
En Defensa del Acto de Fe
En esta ocasión quiero hacer una defensa del acto de Fe, la vida del ser humano, y es que con el avance del ateísmo es cada vez más común, ver personas denostando los actos de Fe; en especial si se dan en el ámbito espiritual, y por esto mismo escribo este artículo.
Comencemos con lo más básico ¿qué es la Fe? La fe es la creencia, confianza o asentimiento de una persona en relación con algo o alguien; aunque no exista evidencia o pruebas que demuestren aquello en lo que se cree.
Todos en esta vida llevamos a cabo actos de Fe, quien diga “yo no tengo Fe, porque solo creo en aquello que pueda demostrarse científicamente” debería saber que incluso en el ámbito científico se llevan a cabo actos de Fe creídos por dicha comunidad; un ejemplo:
La teoría de la evolución, para poder demostrar que las especies evolucionan se exige aplicar el método científico, el cual exige pruebas empíricas basadas en la observación; pero resulta que no se ha conseguido observar ni un solo proceso evolutivo de forma empírica, por más pruebas y mutaciones que se hayan realizado en laboratorios, ni se ha logrado “una evolución”; también sería necesario los fósiles, no solo de las supuestas especies previas y posterior a una evolución, sino también los de los estados en transición de evolución, sin embargo, no existe ni un solo fósil de este tipo, ni tan siquiera uno solo; como conclusión quien hoy día cree que las especies evolucionan, lo hace por medio de un acto de Fe.
Con todo lo ya expuesto podemos afirmar que, atacar la Fe es un acto irracional, ya incluso en ámbitos como el científico se recurre a ella cuando una tesis o teoría no es posible demostrarla por el método científico, o por falta de pruebas; es por esto que agredir la fe de alguien sin pruebas que demuestren, más allá de toda duda que su postura es errónea, es un auténtico acto de agresión a dicha persona, más aún si dicho acto se lleva a cabo con la radicalidad vista muchas veces en ateos.
He oído decir incesantemente “que el que afirma debe demostrar”, en referencia a la Fe de los que creemos en Dios; sin embargo, esta postura es una maniobra defensiva para ocultar un gran fallo fundamental en el ateísmo, y es que queridos lectores míos; el ateísmo es una creencia por Fe totalmente insostenible, ya que el fundamento que exponen la mayoría de ateos es “no creo en aquello que no se pueda demostrar científicamente”; y, sin embargo, no son capaces de demostrar su postura, la de que Dios no existe.
Si a lo anterior, alguien me da por respuesta “¡no!, pruébame tú, la existencia de Dios”, yo respondo: no tengo necesidad, ya que creo por Fe; los que creemos en Dios sabemos que la ciencia no puede probar su existencia; entre otras cosas, porque la ciencia mide y observa los fenómenos de este mundo material, pero no puede, ni podrá jamás medir u observar los fenómenos de un mundo totalmente ajeno a lo material como el espiritual; ya que en él no existe la materia, por tanto, no hay nada que observar o medir. En cambio, según el ateísmo de muchos, es exigible pruebas que demuestren cualquier posible postura; y dado que no es posible demostrar la existencia o inexistencia de Dios, esto vuelve a ese tipo ateísmo agresivo, en un movimiento que pretende perseguir los actos de Fe, con actos de Fe como medio para ello.
Como conclusión; podemos afirmar que nadie es Ateo por razones científicas, ya que en realidad en lo relativo a la Fe en Dios, no es posible demostrar su existencia o inexistencia; porque de una entidad que existe fuera de la realidad material en la que nosotros vivimos, y dado que la ciencia solo abarca el plano estrictamente material, tal demostración no es posible realizarla mediante el método científico; y por tanto decir que Dios existe o que no existe, es un acto de Fe en absolutamente todos los casos.