Libre Albedrio, Tu Eliges tu Destino Eterno
Todos tenemos las riendas de nuestro destino, pues somos los que elegimos en qué dirección caminar; en cada decisión, en cada acto, en cada elección. En tus elecciones puedes escoger obrar el bien o, por el contrario, obrar el mal. La decisión es tuya a cada paso que des, en cada elección que tomes; ya que para eso Dios te dio el libre albedrío.
Cada decisión es como dar un paso en una dirección determinada, y como dice el dicho, se hace camino al caminar. La cuestión en este punto es ¿en qué dirección caminas? ¿Qué camino estás andando? Muchas veces habréis oído que en esta vida estamos de paso; bien, tened muy en cuenta que el camino que tracéis por esta vida temporal determinara cuál será y como será tu vida después de esta.
En ocasiones, me he encontrado con personas que intentan negar el hecho de que todas nuestras decisiones son verdaderamente libres. Sin embargo, esta negación no es más que una estrategia para justificar el mal y la inmoralidad. Según este razonamiento, si no somos libres en nuestras elecciones, entonces el mal que cometemos estaría justificado, y por ende, nos eximiría de cualquier responsabilidad. Al seguir esta lógica perniciosa, nos sumergimos en un mundo amoral donde todo se permite.
“¿Podemos resistir a la gracia de Dios? – Si, señor; podemos resistir a la gracia de Dios, porque no destruye nuestro libre albedrío.”
“1730 – Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. “Quiso Dios “dejar al hombre en manos de su propia decisión” (Si 15,14.), de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección”(GS 17):
«El hombre es racional, y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos» (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 4, 4, 3).
1731 – La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza.”
En este mundo, solo tenemos una vida, y según cómo la vivamos, se determinará nuestra experiencia en la vida después de este paso terrenal. Nuestro destino eterno se moldea según el corazón y el espíritu que construimos a través de nuestras acciones y decisiones. Somos nosotros quienes, en última instancia, tenemos el poder de elegir, por lo tanto, es crucial escoger sabiamente cómo navegaremos por este mundo.
Quienes por sus actos y elecciones hayan elegido una vida sin Dios, vivirán eternamente una vida sin él. Del mismo modo, quienes por sus elecciones y modo de vivir esta vida hayan escogido vivir una vida con Dios, vivirán su eternidad con Él. Pues Dios respeta hasta las últimas consecuencias el libre albedrío del ser humano, ya que no en vano fue El quién así determino que las criaturas que creo a su imagen y semejanza poseyesen dicha cualidad. Únicamente de ti depende el salvarte o el condenarte. Si bien es cierto que Dios ha puesto instrumentos de Salvación y Vida Eterna para quien crea en Él, se pueda salvarse; Dios no te salvara contra tu voluntad, como tampoco te condenara contra tu voluntad.
El sentido de esta vida es tomar una decisión; vivir la eternidad con Dios, o bien vivirla sin Él. Por tanto, conocer a Dios y entablar una relación con Él es vital si queréis una vida junto a Él. Y, sin embargo, hay personas en este mundo que buscan esforzadamente negar la realidad de Dios ¿No os parece curioso como los Ateos más beligerantes siempre son muy intolerantes con respecto a todo lo que tenga que ver con Dios? Y si realmente están seguros de su postura ¿Por qué esa insistencia en no pocas ocasiones furiosas por intentar destruir la idea de Dios?
En este video se exponen varias evidencias de las mas recientes sobre la Existencia de Dios.
Aún a pesar de que existe evidencia más que sobrada de la Existencia de Dios, siempre hablan de modo temerario y hostil respecto del concepto mismo de Dios. La existencia o no de Dios, no es cuestión de Fe, ya que se puede sostener por medio de la razón que y por las numerosas evidencias que, en efecto, Dios existe. Creer que Dios existe o no, no es cuestión de Fe, ni de Ciencia; sino más bien de voluntad, cada quien decide en su foro interno si creer o no en Dios con independencia de las muchas evidencias que sostienen que existe un Dios Creador.
Así, pues el que cree en Dios no necesitas dichas evidencias para sostener su Fe, y del mismo modo el Ateo lo será aún a pesar de las muchas evidencias, en contra de la razón y la ciencia. Porque en mi experiencia con el trato de todo tipo de personas no es cuestión ni de Fe, ni de Ciencia; sino más bien de un acto de la voluntad. En última instancia eliges en esta vida si quieres vivir la verdadera vida, que viene tras esta con Él o sin Él. Tiene sentido en cierto modo, ya que en este mundo estamos para tomar dicha decisión.
Mira en tu interior, en lo profundo de tu ser y si eres franco contigo mismo, si has visto las evidencias expuestas en el video que deje y has hecho tus propias indagaciones, sabrás que es cierto. Dios existe y quiere entablar una relación de Amistad y Amor contigo, deja de huir de quien por Amor te creo. Camina el camino de tu vida de modo que Él se sienta orgulloso de ti, entonces construirás un camino que te conduzca a una vida eterna de plenitud, felicidad y dicha junto a Él. Para eso es importante que las decisiones y elecciones que tomes en esta vida no sean incompatibles con una relación de Amistad con tu Creador.
Te recomiendo mucho si no lo has hecho, ya que leas mi artículo respecto a La Oración; puesto que es el medio más eficaz para establecer una relación de Amistad con el Creador. Y también leer mi primer artículo, El Amor es la Clave; la clave para alcanzar la vida eterna en Dios, la clave para la verdadera plenitud.
Que Dios os bendiga y os conduzca por caminos seguros y edificantes.